jueves, 8 de mayo de 2014

La resiliencia como un proceso dinámico




RESILIENCIA.

Fragmento extraído de: Cuervo, 2011. Resiliencia, vulnerabilidad y complejidad. Estudios de caso en contextos de formación para la intervención/investigación. Revista de la Asociación Mejicana de Terapia Familiar (AMTF). Psicoterapia y Familia. 24, 2, 25-45.

"Desde una mirada perspectiva ecológica y compleja, se puede entender la resiliencia como un proceso dinámico al que se ven abocados lo seres humanos durante su vida, en virtud del cual el auto-concepto que ha construido el sujeto entra a interactuar con circunstancias externas e internas que le resultan adversas, dando como resultado un fortalecimiento de dicho auto-concepto, que redundará en una actitud más confiada y propositiva ante la posibilidad de enfrentar nuevas adversidades. La resiliencia no es una condición que el sujeto adquiere de forma inmediata, ni que está a su disposición por un orden biológico o social que lo desconoce como un ser dinámico, sino que resulta ser un proceso determinado por la construcción que el sujeto haga de sí mismo a lo largo de su vida, reconociendo que existen una serie de factores externos que permiten la potenciación de una persona activa frente a la construcción de su propio destino; desde allí este modelo sólo puede concebirse mediante el engranaje de diversos factores que vinculan al sujeto en relación con su medio ecológico, propiciando la constante creación de nuevas alternativas ante la vida. 

Así, el sujeto no podría convertirse en resiliente por sí solo, sino que evidentemente estará sujeto a un ambiente que le brinda las condiciones necesarias para serlo; desde allí se puede afirmar sucintamente que la persona construye sus interacciones y conjuntamente con ellas posibilita o imposibilita la aparición de un comportamiento resiliente; este proceso dinámico es posible en la relación e interacción con el otro, ya que como seres activos y creativos, construimos herramientas que nos permiten continuamente estar creciendo a nivel personal a partir de la transformación de nuestras historias de vida .

Es por ello, que la resiliencia como fenómeno de interés, debe ser considerado más que como un producto final, como una construcción a lo largo de la vida, que entreteje la historia del sujeto con las de aquellos que se encuentran a su alrededor, posibilitando así una mirada positiva de sí mismo y de la realidad que lo rodea, ya que es esta relación ecológica, la que le permite al sujeto ser resiliente. En la tabla 1, se encuentra la configuración de los componentes a partir de los cuales se realizó el análisis en el marco de los estudios de caso en la segunda fase." (p. 29)

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