Se desarrolló en la década de 1971 a 1980 a través de las investigaciones del equipo formado por Mara Selvini, Giulana Prata, Luigi Boscolo y Gianfranco Cecchin. Al finalizar esa década, el equipó se disuelve en dos: Selvini y Prata permanecieron juntas algunos años más; Boscolo y Cecchin crean otro Instituto.
Dentro de los principales aspectos que caracterizan este enfoque encontramos la elaboración de hipótesis circulares y relacionales. Las hipótesis, como tales, no son ni verdaderas ni falsas, sino sólo más o menos útiles. Su función esencial es la de proporcionar una guía para obtener nuevas informaciones que la confirmarán, refutarán o modificarán. Toda hipótesis incluye a todos los miembros de la familia y debe proporcionar una suposición relativa a todo el funcionamiento relacional.
La circularidad, como aquella habilidad del terapeuta para realizar preguntas que indagen en un tercero sobre cómo ve una relación diádica dentro de su familia. Posibilita la introducción de conexiones entre distintos hechos, lo que a su vez permite adquirir una nueva visión del problema.
La neutralidad, como la habilidad del terapeuta para evitar establecer alianzas con algún miembro de la familia o lo que en otras palabras sería "no tomar partido"por ninguno. Cuanto mas asimila el terapeuta la epistemología sistémica, más interesado está en provocar retroalimentaciones y recoger información, y menos en hacer juicios morales de cualquier clase; porque emitir un juicio cualquiera, sea de aprobación o de desaprobación, implica, implícita e inevitablemente, una alianza con alguna de las partes.
Protocolo de atención:
Recepción telefónica del caso.
Planteamiento de la hipótesis circular y relacional.
Primera sesión.
Segunda sesión y siguientes.
Cierre de caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario